viernes, 29 de mayo de 2015

Como si fuera el último día



Nunca sabemos cuándo será el último día de nuestras vidas, nuestras últimas lágrimas o sonrisas.
Mi vida desde un comienzo no fue fácil, a pesar de todo sigo aquí, ¿cuál es mi propósito? Aun no lo sé bien, pero sigo aquí y es por algo.
Ayer sucedió algo, casi tenía la posibilidad de ver de frente a la muerte, más sin embargo hoy tengo la oportunidad de estar escribiendo esto, oportunidad que quizá el día de mañana o cualquier otro día, no podría tener ya.
Es irónico, hace tres años intente suicidarme, odie el hecho de seguir viviendo, cada día era de tristeza, lagrimas, soledad, amargura, dolor y mucho más. No hay manera para describir cada sentimiento y que este se transmita con la misma intensidad.
Desperdicie mucho en cosas innecesarias, en tristezas que quizá pude evitar o simplemente no darles importancia.
Sí, todo lo que desperdicie fue en esos años de depresión. La depresión no es algo que elegimos, simplemente caemos en ello, y cuando tocamos fondo ya es decisión nuestra si queremos seguir en lo mismo.
Yo logre salir de aquel estado, en un principio no fue fácil, caía y me levantaba, pero, gracias a ello comencé a apreciar más los momentos de alegría, de felicidad; gracias a ello le reste importancia a las críticas o poca aceptación de la sociedad, entonces gracias a ello comencé a vivir, no más sobrevivir, ahora era momento de vivir.
Antes de entrar en aquella depresión, había muchas cosas que no apreciaba debidamente, la compañía de mis amigas, el cariño y los pequeños detalles de la vida, entre otras cosas.
Cuando mi salud comenzó a ir de mal en peor, comenzaba a atesorar aquellos momentos de bienestar, puesto que sabía que tarde o temprano podía volver a enfermar.
Puede sonar cruel, pero en ocasiones necesitamos pasar por malas experiencias para apreciar más lo que nos rodea, y así, restarle importancia aquello que nos daña, nos estorba y no sirve en nuestras vidas.
Honestamente, ¿realmente apreciamos esos momentos en que estamos bien? ¿Cuándo no estuvimos en depresión, apreciamos eso? Inclusive ¿realmente apreciamos la salud que tenemos que otros no? En lo personal yo no lo hice, tuve que pasar por distintas situaciones para inclusive tener que apreciar el más mínimo detalle.
Con lo sucedido ayer, mi vida no volverá a ser la misma, pero de lo malo sacare lo bueno. De la tormenta del ayer, hoy puedo ver el sol de otra manera.
No puedo ni quiero desperdiciar un día más de vida, ni en lágrimas, tristezas, dolor, amargura, rencor u odios. En cualquier momento podría morir, hoy, mañana, cualquier día, no lo sé, pero sí sé que quiero disfrutar cada día como si fuese el último, y no quiero olvidar esta lección de la vida misma, pues esta puede terminar en un segundo.
Sé que suena irónico, decir que quiero vivir después de haber odiado eso, es algo que no podría explicar bien y muchas personas no lo entenderían, para esto tendrían que experimentarlo, más sin embargo no es fácil de soportar, se requiere de mucho para sacar algo bueno de todo lo malo.
Soy consciente de que puedo enojarme con alguien, sentirme triste, no soy inmune ante cualquier sentimiento, malo o bueno, pero en mi esta decidir de qué manera lo tomare y si voy a permitir que aquello que me daña controle mi vida.
Quiero vivir bien, ser una mejor persona, hacer las cosas mejor, no quiero irme de este mundo sin haber dejado algo bueno y tampoco quiero irme estando enojada con alguien, pues no sé si el día de mañana aun estaré aquí.

viernes, 3 de abril de 2015

Yo te extrañare



"Yo te extrañare, tenlo por seguro.
Fueron tantos bellos y malos momentos que vivimos juntos;
los detalles, las pequeñas cosas,
lo que parecía no importante,
son las que más invaden mi mente al recordarte…

Ojala pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo,
para darte un abrazo y nunca soltarte,
mas comprendo que llego tu tiempo
que Dios te ha llamado, para estar a Su lado,
así Él lo quiso
pero yo nunca pensé que doliera tanto.

Ya no llores por mí
yo estoy en un lugar lleno de luz,
donde existe paz, donde no hay maldad
donde puedo descansar.
No llores por mí , es tan bello aquí.
Quiero que seas feliz, que te vaya bien
y cuando te toque partir, espero verte aquí.


Yo te extrañare, tenlo por seguro
¿Cómo pensar que la vida puede terminar en un segundo?
La vida es polvo, puede esparcirse en un momento.
Nada trajiste, nada te llevaras,
solo lo que había dentro...

Yo te extrañare... Tenlo por seguro..."



jueves, 2 de abril de 2015

Domingo triste


Recuerdo cuando éramos solo unos niños, nuestra única preocupación era jugar, nada más.
Pero un día enfermaste y no hubo milagro para ti.
Siempre que te ibas y me despedía de ti, se me hacía un nudo en la garganta, lo único que hacía era llorar, esperando que pasaran los días y regresaras.
Recuerdo todas las veces que reímos juntos, las travesuras que hacíamos, y los secretos que te guardaba.
Odiaba aquellas ocasiones en las cuales teníamos que dejar de jugar, porque comenzabas a sentirte mal.
Sé que sufrías y no podía hacer nada por ti, sé que estabas limitado a muchas cosas, y yo era quien te ayudaba a traspasar ese límite.
En una ocasión de tantas, mis padres habían salido de viaje contigo. Un día las horas de clase habían terminado, me quede sola, nadie llego por mí, nadie regreso por mí. Me tuve que ir, sin saber hacia dónde, lo único que hice fue vagar sola por la ciudad, siendo apenas una niña, sin tener a donde ir.
En uno de esos tantos viajes, un día te fuiste, mis padres te acompañaron, como lo solían hacer.
Esperamos por ti, pero ya no regresaste, amenos no vivo.
Aquel día rogué tanto a Dios por que te trajera de vuelta a la vida. Aquello nunca ocurrió.
Recuerdo cuando estaba frente a tu ataúd, te veías tan blanco, tu piel era completamente blanca como la nieve. Parecía que solo dormías.
Todos vestían de negro, lloraban, y yo no entendía porque. Aquella chica, a la cual le agradabas, me hablo y supongo que esperaba que yo también estuviese llorando, pero no podía…
De regreso a casa deseaba que hubieses regresado con nosotros, y no pude contener más mis lágrimas.
Te gustaba vivir, jugar, amabas la vida, sin importar el dolor que atormentara tu cuerpo.
Lo único que no recuerdo es como fue la última ocasión que te vi con vida. Quizá también espere a que regresaras.
Todos te querían, no había persona que te odiara, ¿cómo hacerlo?, eras una persona de gran corazón. Los niños de ahora tienen maldad.
Éramos un buen complemento, tu un ángel, yo un demonio.
Sabes, recuerdo también una ocasión en la que mi madre tuvo que salir de viaje contigo, lo recuerdo especialmente porque la maestra les pidió a todos mis compañeros que llevasen a sus madres a esa clase, yo no pude, yo estaba sola.
Quisiera que estuvieses aquí, que hiciésemos unas cuantas travesuras, como las que solíamos hacer.
Tengo tantas cosas para contarte, te sorprenderías y a la vez quizás te enojarías.
Una noche, hace años, soné contigo, en aquel sueño te pedía que despertaras a mi lado, lamentablemente cuando desperté no estabas allí; mi deseo de que regresaras era tan grande, que no me percaté de que era solo un sueño, solo estaba soñando.
No me gusta recordarte, porque la tristeza sombría me cubre por completo y comienzo a extrañarte, pero no puedo evitarlo. Aun así, no es tan doloroso pensar en ti.

Gloomy Sunday
“…Mi corazón y yo hemos decidido terminar con todo.
Habrá velas y oraciones tristes, lo sé.

...La muerte no es un sueño. Gracias a ella te puedo acariciar.
Con el último suspiro de mi alma, te bendeciré…”




“Los ángeles no tienen pensado devolverte.
¿Se enfadarán si pienso en unirme a ti?”

Quizá algún día vaya a visitarte.